miércoles, septiembre 22, 2010

Me inhabilito.

Me inhabilito al momento de re-verte,
de sostenerte y de no tenerte.
De tocarte errante entre las nubes,
de sentirte entre recuerdos, preludios y más recuerdos.

Me inhabilito cuando entre las sábanas le hago el amor a los fantasmas,
a tus risas, a tus piernas riendo en el apartamento.
De tus abrazos, de tus muecas;
aroma de dos cuerpos amados.

Me inhabilito y me inhabilitan:
tu ausencia como sombra,
tus besos como los míos,
que se hacen vida en una muerte azul, pero con mareas rojas.

Me inhabilita el espasmo de un corazón
perplejo, callado;
sin alborotos, ni latidos,
me inhabilita entonces, el frío abrazador de no tenerte amándote como te amo.

Me inhabilita la desnudez de mi ser,
arropado con pañulí grisáceo,
y enjoyado con diamantes como coitos entregados

Hoy amor, fuerza, potencia son tu nombre
realización de nuestros sueños, el apellido que te cubre,
como manto y como sueño,
que son nuestros sueños, anillados en un dedo pequeño.

Las circunstancias también me inhabilitan, no tenerte y precisarte...
Extrañarte y conformarme con tanta desventaja no ayuda,
pues te amo mucho más de lo que puedo conformarme.

Hacerte devoción me inhabilita,
ya eres la palabra indispensable,
de mi alma y mis sentidos el arpegio.

Me inhabilita llevarte a la cama, esta vez, desnudando suavemente a los recuerdos,
acariciando una y mil veces a un grito encerrado en la alcoba,
para finalmente hacerle el amor a tu cadera que se desbibuja con el agua.

Tener que borrarte sin quererlo de mis sábanas,
y hacer el esfuerzo inmortal de no pensarte; eso...
eso también me inhabilita.

Hay tantas cosas que hoy me inhabilitan,
mas el abrigo de tu alma aún me llena,
me apacigua y me serena
hace de los ríos intermitentes; calma.

Y te veo,
y te pienso,
y te sueño,
y te suegno,
y te pido a los deseos concubinos de los niños,
y te ruego,
y te suplico al cielo y sus mil dioses,
y te aclamo,
y te canto,
y te veo,
pero no te veo,
sino en dos recuerdos celestes,
y en una felicidad amortajada...

y te lucho
y te exijo,
y te proclamo en los congresos,
y te proclamo
y te reclamo.

y te reclamo y te amo

1 comentario:

  1. No inhabilites tus sueños, ni tu boca, ni tu alma, ni tu cuerpo, porque en ellos quiero vivir, beber de ti, y morir a tu lado, proclamame, reclamame, exije de mi, todo lo que quieras, que yo cantaré tus despertares y danzaremos juntos nuestros nuevos anocheceres.

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