Debiera ser muchas cosas y tú otras tantas. Debiese estar en tantos lugares como tú estauvieras. Debiera estar en un sólo rincón; a tu lado.
Náuceas en el corazón. Me levanté sin tomar desayuno. Miré hacia todos los ángulos de la pieza, todos los que mi cabeza permitiese ver. Miré a mi alrededor sólo para ver si te encontraba. Esa noche habría sido el punto suspensivo. Esa mañana el comienzo.
Pero claro... desperté abrazado a la alhomada. Ya era la segunda vez que ocurría. Pensé que al abrir los ojos inyectados de tu aroma, socegados por las lágrimas, besaría el almíbar de tu sexo. Pero reconocer que las cosas pueden y no ser con la misma proporción, se tornó decidor. Demasiado realista para los sueños de esa noche. Supieras que hubiera cambiado mi magnana por tu mediodía. Sin chistar.
Náuceas en el corazón. Imaginé desesperadamente lo que estabas haciendo: almorzando, riendo, sognando, jugando, leyendo, cantando, llorando... toda la tarde, tus cosas, tu quéhacer... en el fondo; a ti. Recién cuando reparé en qué hacía yo, me di cuenta que ya no pensada en singular. Me dio miedo, mi mente no existía, mi corazón volaba a velocidades siderales hacia la península de tus días. Te veía y me escondía, quizás por eso volteaste a mirar tantas veces.
La última vez voltié yo, miré el computador y el arte a medio hacer. La frustración me atacaba por todos los frentes...
Náuceas en el corazón. Tu mirada acuosa me desdibujaba de tu cuore. Temí y lloré como el nigno de Chaplín. Te mencioné con todos sólo para ver si te esuchaba entre sus suspiros. Limeño; suspiro. Sólo para ver si te escuchaba.
No he dejado de pregunatrme por qué cae un líquido púrpura de mis ojos, ¿será que temo más de mis palabras que de las tuyas?. Cuando se ha vivido con el miedo tatuado de sentir amor es, a ratos, entendible sentirlo.
¿Será que el pavor de perderte sin siquiera haberte tenido entre mis brazos se materializaba en mis versos malos y en mis "te amos"?. No era tu culpa, sino mi inseguridad. No sabía como contener al amor y los sueños.
Luego pude respirar un poco mejor. El amor descontrolado, ser ansioso y propenso a la frustración; además del pasado siniestro, me desnudó en medio de un canal de televisión. En medio del campo. Pisando alfalfa y escuchando baladas de los 60'.
Sonó el celular y denuevo te ví: sentada en el sofá, apoyada en mi hombro mientras escuchabamos las baladas de los 60'. Pero no eras tú y estaba lejos de serlo. Más te busqué.
El amor descontrolado, ser ansioso y propenso a la frustración; además del pasado siniestro, me desnudó, esta vez en mi casa y de local.
Supongo que hoy fue un día común e incoherente, en donde los sueños se robaron sin pudor mis sonrisas y el día tu corazón. Supongo que hoy fue un día común y silvestre, como el prado fecundo que vi en mi suegno... sí, ése por el cual corríamos con el úncio afán de correr.
Tengo una compañera de vida y siento que mi vida pide a gritos tu commpañía. ¿Qué es eso?
Será que la vida no es sino un sueño dentro de otro. Será que esta noche también acostaré al computador en tu lado de mi cama. Será que otra vez dormiré abrazado a ti y despertaré junto a la almohada.
Náuceas en el corazón. Me levanté con todo girando en mi interior, en mi corazón y en mis venas... una suerte de amor intestinal o revoltijo cardiáco. Por precaución no almorcé, en una de esas se me hubiese quitado la náucea.
Supongo que hoy fue uno de esos días de calendarios; días que es mejor tachar para que los suegnnos vayan de la mano con la cronología.
Supongo que hoy fue unn día en que me sentí afortunado, contento, bien, cansado, con sueño, triste, ansioso, verde, ocupado,risueño, soñador, con pena y feliz. Indiciplinadamente conceptualizado. Emociones errantes, concluyentes y disímiles. Bifurcadas en sí mismas.
Y es que de verdad no sabes cuánto me gustaría oírte en la cocina.
Náuceas en el corazón. Me levanté sin tomar desayuno. Miré hacia todos los ángulos de la pieza, todos los que mi cabeza permitiese ver. Miré a mi alrededor sólo para ver si te encontraba. Esa noche habría sido el punto suspensivo. Esa mañana el comienzo.
Pero claro... desperté abrazado a la alhomada. Ya era la segunda vez que ocurría. Pensé que al abrir los ojos inyectados de tu aroma, socegados por las lágrimas, besaría el almíbar de tu sexo. Pero reconocer que las cosas pueden y no ser con la misma proporción, se tornó decidor. Demasiado realista para los sueños de esa noche. Supieras que hubiera cambiado mi magnana por tu mediodía. Sin chistar.
Náuceas en el corazón. Imaginé desesperadamente lo que estabas haciendo: almorzando, riendo, sognando, jugando, leyendo, cantando, llorando... toda la tarde, tus cosas, tu quéhacer... en el fondo; a ti. Recién cuando reparé en qué hacía yo, me di cuenta que ya no pensada en singular. Me dio miedo, mi mente no existía, mi corazón volaba a velocidades siderales hacia la península de tus días. Te veía y me escondía, quizás por eso volteaste a mirar tantas veces.
La última vez voltié yo, miré el computador y el arte a medio hacer. La frustración me atacaba por todos los frentes...
Náuceas en el corazón. Tu mirada acuosa me desdibujaba de tu cuore. Temí y lloré como el nigno de Chaplín. Te mencioné con todos sólo para ver si te esuchaba entre sus suspiros. Limeño; suspiro. Sólo para ver si te escuchaba.
No he dejado de pregunatrme por qué cae un líquido púrpura de mis ojos, ¿será que temo más de mis palabras que de las tuyas?. Cuando se ha vivido con el miedo tatuado de sentir amor es, a ratos, entendible sentirlo.
¿Será que el pavor de perderte sin siquiera haberte tenido entre mis brazos se materializaba en mis versos malos y en mis "te amos"?. No era tu culpa, sino mi inseguridad. No sabía como contener al amor y los sueños.
Luego pude respirar un poco mejor. El amor descontrolado, ser ansioso y propenso a la frustración; además del pasado siniestro, me desnudó en medio de un canal de televisión. En medio del campo. Pisando alfalfa y escuchando baladas de los 60'.
Sonó el celular y denuevo te ví: sentada en el sofá, apoyada en mi hombro mientras escuchabamos las baladas de los 60'. Pero no eras tú y estaba lejos de serlo. Más te busqué.
El amor descontrolado, ser ansioso y propenso a la frustración; además del pasado siniestro, me desnudó, esta vez en mi casa y de local.
Supongo que hoy fue un día común e incoherente, en donde los sueños se robaron sin pudor mis sonrisas y el día tu corazón. Supongo que hoy fue un día común y silvestre, como el prado fecundo que vi en mi suegno... sí, ése por el cual corríamos con el úncio afán de correr.
Tengo una compañera de vida y siento que mi vida pide a gritos tu commpañía. ¿Qué es eso?
Será que la vida no es sino un sueño dentro de otro. Será que esta noche también acostaré al computador en tu lado de mi cama. Será que otra vez dormiré abrazado a ti y despertaré junto a la almohada.
Náuceas en el corazón. Me levanté con todo girando en mi interior, en mi corazón y en mis venas... una suerte de amor intestinal o revoltijo cardiáco. Por precaución no almorcé, en una de esas se me hubiese quitado la náucea.
Supongo que hoy fue uno de esos días de calendarios; días que es mejor tachar para que los suegnnos vayan de la mano con la cronología.
Supongo que hoy fue unn día en que me sentí afortunado, contento, bien, cansado, con sueño, triste, ansioso, verde, ocupado,risueño, soñador, con pena y feliz. Indiciplinadamente conceptualizado. Emociones errantes, concluyentes y disímiles. Bifurcadas en sí mismas.
Y es que de verdad no sabes cuánto me gustaría oírte en la cocina.
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