al jilguero le gusta ser chileno, pero prefiere ser parte y patrimonio de la humanidad. aunque le gusta el norte, se reconoce cordillerano; hijo de los ríos, las montañas y sus corrientes.
al jilguero le gusta ser canario, pero prefiere ser jilguero. le gustan las larvas y las moscas. le gusta trinar a mediodía, y callar a media noche. no duerme; observa.
al jilguero no le gustan los rifles, las balas, los días de caza. no le gustan los carroñeros. le disgustan los aficionados a matar y aunque es amigo del cuervo, sabe que él es todo un profesional.
al jilguero le gusta ser amarillo, aunque no hace asco cuando ha de cambiar su plumaje por amor. él es verde, oscuro, luminoso, amarillo y jilguero.
el jilguero es tímido, pero extrovertido. no es una paradoja ni una contradicción. al jilguero no le gusta blasonar sobre su belleza, sólo le gusta admirar los "claro-oscuro" de los robles en verano, y camuflarse entre las hojas otoñales.
le gusta la ciudad, aunque ha ido sólo de visita. no guarda postales, sino recuerdos.
ama a la poesía tanto como a las "jilgueras", y aunque no odia a nadie, se enrabia cuando las ve cocinadas en parrillas hechizas en época de campamentos escolar. le caen bien los escolares, no tanto las prácticas que se les enseñan.
a veces, se dedica a ser guía turístico. no por las recompenzas banales que pudiera recibir, sino por el placer que le provoca surcar los vientos.
un día se posó en la cima de la estación mapocho, andaba de paseo... aunque le gusta la bohemia capitalina, él prefiere la sinfonía de los bosques o la tranquilidad del desierto. es todo un provinciano.
está en contra de las manifestaciones, incluso de aquellos que tratan de defender a su raza... no le gusta ver a tantos animales parados en plaza italia. él sólo quiere vivir tranquilo y volar feliz. a veces -cuando come gusanitos-, piensa en cómo ser vegetariano, aunque no se siente culpable por su condición. se asume, y los gusanos; lo aceptan. es la ley de la vida, los osos le llaman "cadena alimentaria", los leones; "cilco animal".
al jilguero le gusta escribir, soñar, amar, entregarse, jugar, volar, y volver a soñar.
le gusta el realismo y el naturalismo, no por el ego de verse representado por los óleos, sino que por el mero hecho de ver a la gente pintar. él sabe lo importante que es hacer arte.
le gusta la escultura más que la cultura. y aunque no sabe de matemáticas, no le importa, porque sabe que sumar es una condición inamovible de la raza, y restar es egoísta. prefiere vivir sin tener que dividir ni multiplicar.
prefiere las artes ante que las ciencias; es músico. y aunque jamás le han reconocido aptitudes musicales, sus amigos del barrio lo aplauden cuando en borracheras se pone a cantar.
el jilguero no es gil, es jilguero.
él es feliz con poquito, él es feliz con lo realmente escencial.